Los orígenes de la función de Compliance se sitúan en Estados Unidos, a comienzos del siglo XX, como respuesta a la necesidad de luchar contra la proliferación dentro de las empresas de las mafias, la corrupción y el blanqueo de los capitales obtenidos de actividades delictivas. Para ello, se obligó a las empresas norteamericanas a contar con programas de prevención de delitos (Compliance Programmes), y con una función específica en su estructura organizativa que vigilara y controlara el cumplimiento interno de las leyes, las normas y los códigos éticos. De esta manera se implicaba a las organizaciones empresariales en la actividad de prevención, detección y sanción de las conductas ilegales.
Teniendo su origen en Estados Unidos, la función de Compliance se extendió posteriormente a las empresas del resto de países occidentales.
Paralelamente, han existido sectores que tradicionalmente han contado con normativa específica en materia de Compliance. Es el caso de las empresas financieras (banca, fondos de inversión, sociedades de inversión), las farmacéutico o las aseguradoras.
Las empresas de los sectores no regulados han ido implantando poco a poco la función de Compliance principalmente como consecuencia de normativas internacionales:
- La UK Bribery Act o la US Foreign Corrupt Practices Act, extienden su ámbito de aplicación fuera de sus fronteras y exigen a empresas de otros países que cuenten con programas y funciones de Compliance para poder operar con empresas británicas o norte americanas.
- La Convención Anti-corrupción de la OCDE, suscrita por 41 países (los 34 países miembro de la OCDE y otros 7 países no miembro), establece estándares vinculantes para la lucha contra la corrupción internacional y fija una serie de medidas que los hacen efectivos y ha sido una importante palanca para la implantación y el desarrollo de la función de Compliance en las empresas de países que no tienen una cultura anglosajona de cumplimiento implantada.
Asimismo, se ha observado que la aplicación de programas de prevención de delitos dentro de las empresas de sectores no regulados se ha ido extendiendo (sin llegar a generalizarse todavía en España). Alguna de las ventajas de contar con un Compliance Program son:
- Es necesario para poder operar en España con empresas de la Unión Europea o de Estados Unidos y en mercados internacionales.
- Aporta ventajas competitivas en procesos de contratación con grandes corporaciones o Administraciones Públicas, frente a otros competidores que carezcan de sistemas de control o que los tengan menos desarrollados.
- Es necesario para poder obtener ayudas y financiación de diversos organismos internacionales.
En España la necesidad de que las empresas articulen políticas de Compliance se introdujo en el ordenamiento jurídico con la reforma del Código Penal del año 2010, posteriormente completada y mejorada en el año 2015.