La labor de sensibilización no persigue transmitir conocimientos. No se trata de impartir una formación que tenga por objetivo la asimilación de una materia desconocida o de la que no se tiene información. Más bien, se trata de llevar a cabo acciones puntuales, concisas y muy concretas, que pretenden poner el foco en determinados aspectos sobre los que previamente se ha recibido formación.
Cómo llevar a cabo acciones de sensibilización
La variedad de opciones es grande. Las mejores son aquellas que implican a los trabajadores a la hora de elaborar el material de sensibilización: carteles, mensajes de correo electrónico, mensajes a través de la intranet de la organización… Así como la celebración de reuniones informales con participación de los empleados para recordarles las principales disposiciones de las políticas de cumplimiento o las medidas de control de los posibles incumplimientos que se han implantado.
Otras posibilidades de acciones de sensibilización, pueden ser:
- Mensajes recordatorios de la política en materia de cobros en metálico, regalos e invitaciones por parte de clientes
- Colocación de dípticos o carteles en tablones de anuncios situados en los locales de la empresa que sean accesibles a todos.
- Envío periódico de correos electrónicos informativos de pequeña extensión que contengan recordatorios sobre las principales disposiciones de las políticas de cumplimiento
- Publicación de carteles informativos en dependencias de uso común: ascensores, cafetería, comedores, etc.